Sinosuke Nohara, más conocido como Shin Chan, ya ha conocido el destino que le ha deparado el trágico terremoto de Japón. En un cúmulo de infortunios, el joven de cinco años vive ahora con Bob Esponja, al otro lado de la costa del pacífico: el inoportuno Tsunami le transportó hacia Fondo de Bikini en el que comparte piña del mar. Ha sido recogido por sus habitantes como un golpe difícilmente asumible. “Estamos consternados por la aparición de este individuo”, nos afirmaba Patricio, cuya cabeza de cono ha sido ligeramente modelada por unas radiaciones nucleares llegadas desde lejos. Las mismas radiaciones que mataron a Arenita, en una de sus expediciones terrestres: “No he podido superarlo”, nos contaba la esponja con varios peces muertos incrustados en sus agujeros. El joven Sinosuke por su parte, ha lamentado la pérdida de su madre y su padre que no pudieron sobrevivir. Su hermana Himawari buscará un futuro mejor en fábricas textiles tailandesas, donde, en palabras de Sinosuke, “siempre se les da una oportunidad a los más jóvenes”Shin Chan empezará una nueva vida en el Crustáceo Crujiente, sustituyendo a Calamardo. El cefalópodo, que se encontraba frente a la costa japonesa durante la desgraciada catástrofe, no podrá soltar tinta más.
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